"Ustedes, como los pescadores del mar de Galilea, escogidos por Jesús, están llamados a ser pescadores de hombres, en estos tiempos y en estos mares nuevos que son las realidades y circunstancias en las que viven.
Los hombres en estos tiempos nuevos y en estos nuevos mares en los que viven, son como peces condenados al fracaso. Dios quiere que los pesquen para una vida nueva en la que Dios, en sí y por sí, sea manera nueva de vivir.
No engañen, ni se engañen, queriendo sustituir la realidad por espejismos. No olviden que todos los espejismos son ilusiones y mentiras." Acta 1.500
Lección
No. 1084
¡Bájense del caballo!
¡Remen mar adentro!
1. Dios es la profundísima profundidad insondable. Por eso, en El, jamás se alcanza la medida.
2. Los pescadores de aguas profundas, siempre están en posibilidad de pescar abundantes, variadas y de grandes especimenes.
3. No se contenten, ustedes, los hijos de la Luz, con ser pescadores de pequeñas charcas. Pesquen mar adentro. Vayan a aguas profundas y tendrán el gozo de las grandes pescas milagrosas. El mundo los requiere.
4. Dios los necesita, por que el cree en ustedes, para abrir nuevas fronteras en la historia y en el mundo. Háganse merecedores y dignos de este honor, siendo lo que Dios quiere que sean: "Pescadores de aguas profundas, infatigables, puros y leales"
5. Sean vírgenes.
6. Oren, oren, oren... Oren siempre. Sean oración.
Imiten a Maria Santísima la Inmaculada Concepción y siempre Virgen, Nuestra Señora de la Nueva Alianza, Madre, Maestra y Modelo para ustedes.