Lección

No 1.392

Acepten y comprendan sus limitaciones.

1. ¿Recuerdan la afirmación de Juan el Bautista: "Conviene que yo mengüe, para que Él crezca", refiriéndose a Jesucristo? Al vivir y aceptar esto, Juan el Bautista, creció elevado por Jesucristo, quien lo asumió, en sí y por sí, sin quitarle la presencia de su propio ser. ¿Lo entienden? ¿Lo comprenden?

2. Solamente quien se abandona en Dios, menguando en sí, es exaltado por Jesucristo. Recuerden el Magníficat.

3. El único secreto real y verdadero para crecer y permanecer hasta la vida eterna es, no lo olviden, menguar personalmente, dejando crecer a Dios en sí y por su gracia, para que Él haga crecer al que es humilde. Recuerden la jaculatoria que, en esta Espiritualidad, les fue dada en Acta:

"Divino Niño Jesús:

Te pido que crezcas en mí".

Si esto viven y practican, vivirán y crecerán en la misma medida y proporción con las que ustedes dejen crecer a Jesucristo en ustedes. ¿Lo entienden? ¿Me entienden?

4. Oren, oren, oren...

Oren siempre.

Sean oración.

5. Imiten a María Santísima, la Inmaculada Concepción y siempre Virgen, Nuestra Señora de la Nueva Alianza, Madre, Maestra y Modelo para ustedes.

SÍNTESIS

Aceptar y comprender las propias limitaciones personales, sin importar el estrato en que se encuentren, tiene como consecuencia el estado de necesidad individual, que lleva a buscar ayuda, teniendo presente que hay una persona superior, perfecta, santa y todo poderosa, que es Dios, en quien se puede confiar y que es el Único que lo puede todo y que lo soluciona todo.

Por hoy basta.

Bendiciones, bendiciones, bendiciones.

6:15 a.m.

Repitan:

Dios mío:

Limpia mi corazón

para que hoy día

haga tu voluntad

y esté Contigo.

Amén