Dios es misericordia. Ustedes sean misericordiosos.
- Dios es perdón. Perdonen ustedes, siendo perdón, para ustedes, en sí, para Dios y para el prójimo. Recuerden que cuando Dios perdona, perdona para siempre.
Dios y Yo somos Uno, Uno con el Padre y con el Espíritu Santo, por eso no se extrañen que, a veces, me llame: "Yo" y otras, "Dios", Dios y Yo somos Uno, en el misterio de la Santísima Trinidad.
Quiero que esta Acta sea fundamental, para ustedes; por eso préstenle especial atención, hasta el punto de que la tengan como fundamental y de que así la llamen.
"Acta Fundamental"
Y bajo esa consideración recuerden esto:
Después de once años de enseñanzas hay tiempo de sobra, para que tengan un Estilo, el que les vengo señalando: el mío, por el cual deben ser reconocidos y hacerme reconocer, mostrándome o señalándome, como lo hace la Inmaculada Concepción y siempre Virgen, Madre, Maestra y Modelo para ustedes.
Este Estilo se concreta en dos requisitos fundamentales y sencillos:
"Ser como Cristo. Hacer como Cristo"
Para eso hay que ser virgen, puro o "limpio y libre de todo lo que no es de Dios" y llenarse de mí, esto es: de Dios.
Estos son los objetivos de la Espiritualidad y de los seminarios que les he dado:
a) Virginidad.
b) Cristofinalización.
Como consecuencia de lo anterior, ustedes están destinados a señalarme, para que sea reconocido, como el único Señor y único Dios de ustedes y de todos.
Ese reconocimiento se logra únicamente cuando y donde Yo estoy; porque "sin mí nada pueden hacer".
¿Eso lo están haciendo?.
¿Están logrando que Yo sea reconocido, amado y seguido, con sus actitudes, en la Iglesia y en el mundo? ...
En lo personal, para que me sean eficaces, no los quiero maestros, sino testigos.
"Sean mis testigos. TESTIFIQUEN".
Hagan posible que los otros crean en mí por la credibilidad que ustedes les merezcan.
Las garantías para que ustedes sean creidos se reducen a estas:
- Virginidad.
- Identidad.
- Fidelidad.
Determinadas por el amor y la verdad, a las cuales deben agregarles la ORACION.
Hay muchas personas que los buscan a ustedes, porque quieren encontrar una respuesta.
Tomen conciencia de la importancia y la responsabilidad que tienen con relación a mí.
Ustedes son mis testigos
¡Testifíquenme!
Acta 969
Revista María Hoy
Santa fe de Bogotá, D.C,
Lunes, Diciembre 11, 1995 - 01:21