Lección No 175 No sean como loros parlanchines. Vivan. Sean. Testifiquen.
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Leccion Numero:
Lección
No 175
No sean como loros parlanchines.
Vivan. Sean. Testifiquen.
1.- Observen siempre el modo de hacer en la naturaleza y en lo hecho con prudencia.
2.- Miren y observen el modo como un espejo o el agua de un río quieto o de un estanque reproducen las imágenes.
3.- Miren cómo el eco reproduce los sonidos.
4.- Miren el modo cómo un cuño o un molde reproducen las monedas, las medallas, las estaturas, los objetos diferentes.
5.- Sean prudentes. Saquen conclusiones de todos esos ejemplos.
6.- El espejo, el agua del río o del estanque, el eco, el cuño, el molde, no ponen nada personal de ellos, para hacer más claro aquello que reproducen. Dan tal cual y simplemente lo recibido y eso basta.
Si el espejo opusiera algo mancharía su luna y no copiaría la imagen. Si el agua se agita no copia la imagen. Si el eco diera una explicación no copiaría la voz o el sonido. Cualquier cosa en el molde o en el cuño dañará lo que se pretende reproducir.
7.- Así es con Dios. Nada pongan entre Dios y ustedes. Recíbanlo y dejen que Él se dé.
8.- A Dios no lo da sino aquel que lo recibe.
9.- Para recibir a Dios hay que ser limpio, absolutamente limpio. Esto es: virgen, como María Santísima, la Inmaculada Concepción y siempre Virgen.
10.- Ser limpio o virgen, para recibir a Dios, es despojarse de todo. Esto es morir a todo. Y no se muere a todo si no se da la voluntad, en absoluta entrega a Dios.
11.- Si se da la voluntad, para dejar que sólo la Voluntad de Dios se haga y sea, ya no se tiene, por cuenta propia, nada para dar. La única voluntad es la de Dios.
12.- Pretender dar algo, por encima de la Voluntad de Dios, cuando a Él se le ha dado la propia voluntad, es rectificar y rectificar en esto, es renegar.
13.- El que tiene a Dios, sólo a Dios da.
14.- El que da a Dios no lo demuestra. Lo da, lo entrega, lo señala. No lo explica.
15.- Él, se demuestra, Él se explica. Pues es indemostrable. Sólo Él puede demostrarse y explicarse.
16.- No imiten a los loros parlanchines. Ese no es el modelo recibido. El modelo es la semilla que se siembra y muere.
17.- María Santísima, la Inmaculada Concepción y siempre Virgen es la verdadera semilla humana dada como Madre, Modelo y Maestra, para acertar en el arte-misterio de ser cristiano, para recibir, vivir y dar a Jesucristo.
18.- Imiten a María Santísima, la Inmaculada Concepción y siempre Virgen.
19.- No hablen. Vivan.
20.- No pretendan demostrar a Dios. Muéstrenlo.
21.- Sean testigos.
22.- Testificar es morir. Mueran ustedes a todo, para testimoniar a Cristo.
23.- A Cristo y Cristo es Dios, sólo se lo testifica con la vida.
24.- Muriendo es como se deja que Dios viva en el que muere.
25.- Si Dios vive eso basta.
26.- El secreto para vivir y dar a Cristo es recibirlo.
27.- La clave para recibirlo es, se reitera, ser limpios, absolutamente limpios. Esto es: ser vírgenes.
28.- María era y es plenamente virgen, por eso recibió en plenitud a Jesucristo.
29.- María cedida en plenitud a Dios, ya nada tiene que no sea Dios. Por eso, Ella, no da nada que no sea Dios.
30.- Cada quien da de lo que tiene. Si se tiene a Dios, a Dios se da.
31.- El que da a Dios no lo demuestra, no pretende demostrarlo. Él es indemostrable. Lo da como lo recibe, con fidelidad absoluta.
32.- No cambien, presuntuosamente, el orden de este estilo. Si tal hacen desatinan.
33.- No se puede vivir y dar a Dios, sin antes recibirlo.
34.- No se recibe a Dios sin morir. Sin entregarle de modo absoluto la propia voluntad y todo. Esto es: sin entregarse de modo absoluto, total. Sin aceptar, también de modo absoluto, total, la Voluntad de Dios. Esto es: sin morir para que Él viva.
35.- Si Dios vive, Él se da, Él da.
36.- Dejen que así sea. Por eso, cuando den a Dios, no lo pretendan demostrar. Muéstrenlo. Eso basta. Únicamente den, no demuestren a Dios. Él es indemostrable. Cuando pretenden demostrarlo a ustedes se demuestran; es la propia maldad de ustedes lo que muestran.
37.- Oren, oren, oren...
Oren siempre.
Sean oración.