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Leccion Numero:
Lección
No. 75
1. Sientan y vivan con dignidad, esto es, con humildad y mansedumbre, la dignidad de ser embajadores del que Es.
2. Represéntenme, con honor y majestad. Esto es: con amor.
3. Amen y bendigan la gente y su cultura.
4. Oren, para consagrarme la gente y las culturas presentes y pasadas de los pueblos que visiten.
5. Así háganlo siempre.
6. No pretendan conquistar y sojuzgar.
Amen y oren y bendigan solamente.
7. No dejen de orar y bendecir.
8. Bendíganse entre ustedes.
9. Bendigan a las gentes y culturas que visiten.
10. Límpiense a fondo, en mis piscinas naturales, antes de todo.
11. Pidan ustedes perdón, desde su corazón, en mi nombre y unidos a María la Inmaculada Concepción, Nuestra Señora de la Alianza, por los desacatos, injusticias, soberbia y desamor de todos los conquistadores, descubridores, autoridades y embajadores de todas las culturas, para con las gentes y culturas regionales.
12. Oren y bendigan.
13. Este viaje sea de reconciliación, de amistad, en nombre mío.
14. Entre ustedes sean dóciles los unos con los otros.
15. Sean unidos.
. Que el amor de Dios los haga uno y que ese sea el estilo que demuestren.
16. Uno lleve voz inicialmente, según mi voluntad. Pero ese uno, sea el más pequeño y humilde; el que más sirva y sea dócil. Que no crea que su rango le da poder humano y rango de excepción para imponerse. Es sólo un designio de mi gracia.
. Todos sean mansos y humildes.
. Los sacerdotes tengan la función ministerial y vívanla, a profundidad, en nombre de todos mis presbíteros y mis pastores. Represéntenlos, pidiendo, por ellos, perdón y reparando por ellos, al Santo de los santos y a María, la Inmaculada Concepción, Nuestra Señora de la Alianza.
. Por eso, no traten de imponer su rango y dignidad.
. Obedezcan y sean dóciles, mansos, sumisos a mi voz, la que diré al modo mío.
. Que frenen la impaciencia que a veces los anima.
. Que no pretendan aconsejarme y hacer nada en contra mía. Esto les enseñará y los hará morir a vanidades doctorales y de gremio, en nombre y representación del todo el clan sacerdotal.
. Esto enseñen luego con sus vidas y el ejemplo.
. Esta será la mejor y más eficaz manera de llevar, por ellos, mi Evangelio, en mi Iglesia, al clan sacerdotal.
. Será el modo y estilo de enseñarles a inclinar, ante mí, el que soy, la cabeza de todos los presbíteros y jerarcas de mi Iglesia, en esto, llena de fallas dolorosas.
. Hay mucha prepotencia y muchas luces doctorales, magisteriales; pero poca y real humildad y mansedumbre.
. En mi Orden. En esta Orden Trinitaria de los simples "Esclavos de la Esclava de Dios", este será, una de las primeras lecciones y Evangelio:
. La humildad de mis jerarcas y presbíteros.
. Esto quiero y esto quiere mi Madre, María, la Inmaculada Concepción.
. Esto vivan.
. Esto hagan.
. Esto enseñen.
. Este sea el primer y mayor fruto de este encuentro a los pies mi Santísima Madre, Nuestra Señora de Guadalupe:
El ejercicio de humildad y entrega que hagan Jacques y Jorge Alberto en México y Severo en Colombia, a partir del mismo día.
. Oren.
. Oren.
. Oren...
17. El segundo y eficaz fruto de este encuentro, sea la humildad de los seglares.
. Si bien es cierto que reciben un nuevo don: el carisma de acoger y, de orientar con su entrega y humildad a sus jerarcas y presbíteros, no pierdan de vista que los ungidos son ellos. Realcen esa dignidad.
. Dignifiquen esa dignidad de sus jerarcas y presbíteros, con el amor que les profesen.
. Con la aceptación del sacramento.
. Con los ejercicios constantes de amor a la vida de los sacramentos, que vida mía es.
18. El tercer gran resultado de este encuentro sea el mutuo respeto y la admiración mutua, entre sacerdotes y seglares, al estilo del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en la Trinidad Santísima, para hacer la unidad, por el amor. Porque solo el amor hace posible que la unidad exista y fructifique.
. Ámense.
. Admírense.
. Nadie se crea superior.
. El que tenga rango sea como el último.
. En Dios, en mí, en el que Es, el Uno y Trino, el rango y la autoridad son frutos del servicio.
. Su nutriente es el amor.
. Su garantía es la oración.
. Oren.
. Oren.
. Oren...
. Oren siempre.
. Sean oración.
19. Aprendan a callar.
. Callen.
. Prediquen con la entrega de sus vidas.
. Dejen que yo sea la Palabra de ustedes.
. Esto es: que mi Palabra sea la palabra de ustedes.
. Dejen que yo, el que soy, el Único, sea y viva entre ustedes y en ustedes.
. Oren.
20. El cuarto fruto de este encuentro sea el silencio de ustedes.
. Hagan silencio.
. No se agiten con ruidos alocados, excitadores, rimbombantes.
. Callen ustedes, para que el que es la Palabra sea escuchado.
. Dejen que la Palabra hable en el silencio de ustedes.
. Ustedes amen.
21. El quinto fruto de este encuentro, sea esta nueva pedagogía; el nuevo estilo de enseñar a amar, amando. De enseñar a servir, sirviendo. De enseñar a ser justos, siendo justos. De enseñar a decir la verdad, siendo ustedes veraces, cueste lo que cueste.
22. El sexto fruto de este encuentro sea el amor y la admiración que vivan entre ustedes.
23. El séptimo fruto de este encuentro sea el estilo de los presbíteros; el modo como hagan, por amor y con humilde acción, su trato con los seglares y entre ustedes.
. Enseñen a amar y a admirar a los seglares y a amarse y admirarse entre ustedes, sacerdotes.
. Esto dirá y hará más que todas las pastorales y los graves y grandes planes y esfuerzos para evangelizar.
24. El octavo fruto de este encuentro sea el reconocimiento absoluto de mi señorío.
. La aceptación y confesión con sus hechos, de que ustedes, en ustedes y por ustedes no son nada y nada hacen.
. Que son pequeños, los más pequeños entre todos los pequeños.
25. Vivan esto.
. Hagan esto.
. Enseñen esto.
. Sean santos.
. Oren.
. Oren.
. Oren...