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Leccion Numero:
Lección N° 46
Sentido del martirio
(Sacrificio expiatorio)
En Dios nada se da por azar y como por generación espontánea.
Todo tiene sentido. En todo hay un por qué, cuando es del que Es.
El martirio, los mártires...
La confesión, los confesores...
La inocencia victimada, los Inocentes victimados, tienen un por qué, una razón de ser...
Y se magnifican en el martirio, la confesión y la inocencia del Cordero de Dios, Jesús, el Salvador, Único y Verdadero Mártir, Confesor e Inocente.
Él, siendo Dios, endiosa todos los martirios, las confesiones y las inocencias violentadas, con su propio Martirio y su propia entrega, como Hostia, para redención.
Su entrega justifica.
Y, allí, donde la justicia clamaría venganza, el amor del que es Justicia y Amor, al propio tiempo, satisface y justifica.
Por eso, hay Redención; porque hay un Redentor.
Y, el Redentor Soy Yo, el que Soy, el Justo, el Bueno, el Misericordia, el Amor, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, del hombre y de su historia, el Santo de los Santos, Dios, tu Dios y tu Señor.
Quienes, como María, la Inmaculada Concepción, Nuestra Señora de la Alianza, en Mí se entregan, por amor a Mí, corredentores son, por participación, en Mí, de mí Martirio, Confesión y Victimal Inocencia redentora.
El Redentor y el Instrumento material de redención que es la Cruz, se hermanan.
Por eso, no hay Redentor sin Cruz; pero tampoco, Cruz redentora sin el Redentor.
Amen la Cruz.
Bendíganla.
Amen al Redentor.
Bendíganlo.
No huyan del Redentor.
Síganlo.
Imítenlo.
No huyan de la Cruz.
Abrácenla.
Bendíganla.
Acéptenla.
Adórenla.
Ámenla...
Para entender y vivir esto:
. Oren.
. Oren.
. Oren...
. Oren, como ya lo saben.
. Oren siempre.
. Sean oración.
Esta Lección es muy alta; porque para entenderla se requiere mucha gracia de Dios y mucha escuela en el excelso magisterio del Maestro.
Y, el Maestro es el Mártir, la más alta Cátedra, de entrega, de justicia, de servicio, de comprensión... Esto es de Amor.
Y, como creatura, la Escuela visible y eficaz, es María, la Inmaculada Concepción, Nuestra Señora de la Alianza.
Entiéndanlo.
Vívanlo.
Practíquenlo.
Para eso: OREN.