Lección 23 Perdon

Leccion Numero: 

23

 

Lección

No. 23

Perdón

Sean Misericordiosos

No guarden rencor.

No juzguen.

No condenen.

Comprendan.

Justifiquen.

Amen.

Muestra inequívoca de Mí presencia en ustedes, es y será siempre la dimensión del amor con que ustedes rodeen y acepten a los otros, no importa quienes y como sean.

Yo Soy amor.
Yo Soy comprensión.
Yo Soy misericordia.
Yo Soy perdón.
Yo Soy olvido de ofensas y pecados.
Yo aceptación del pecador.
Yo Soy liberación.
Yo Soy el Salvador.

Ustedes serán más de Mí, en la medida en que sean, como Yo, el que Soy, el Santo de los Santos, el Unico, Dios, tu Dios y tu Señor, la Santísima Trinidad, con el Padre y con el Espíritu Santo, el Santo de los Santos, hagan y sean como Yo; porque Yo, el que soy, el que Somos, esté y obre en ustedes y desde ustedes, como la savia del árbol que, como sí fuera él, en sí da lo que tiene: el fruto de su esencia.

Por eso:
Sean compasivos.
Perdonen.
Perdonen.
Perdonen.
Siempre, siempre perdonen.
No importa que falta y con cuanta reiteración sea cometida.
Sean comprensión.
Comprendan y perdonen, solamente el que es pecado y pecador empedernido no perdona. Pues, quien luz no tiene no da luz.
Se da lo que se tiene.
El pecado da pecado.
Y el pecado es tiniebla.
Por eso el pecador no da luz; da oscuridad.
La luz es amor, del Amor es.
Y, por eso, en la medida en que Mí luz está, se alumbra; se ama.
Y, en consecuencia, se perdona.
Ejercítense en la forma de perdonar.
Para eso oren.
Oren, como ya les he enseñado:
Al Padre.
Al Hijo y
Al Espíritu Santo.
Oren a la Santísima Trinidad.
Cuando tal hagan, únanse a María.
Imploren con humildad su asistencia y compañía.
Ruéguenle que ore con ustedes y por ustedes, desde ustedes y en ustedes.
Ella sabe cómo hacerlo y le complace.
Ella, Nos complace y es, como eficaz y sabio y prudente abogado, eficaz en su modo de pedir en su oración.
Oren con Ella, para perdonar.
Oren, con Ella, para olvidar.
Oren, con Ella, para amar.
No dejen de orar, en la forma como Yo les he mandado y enseñado.
Sean oración.
Sean orantes.
Sean estados de oración, en ustedes, si quieren atinar.

Esta Lección se reduce a esto:
Sepan perdonar.
Ejercítense en perdonar.
Perdonen todas las ofensas. No importa cuáles, cuántas y cómo sean.
En la medida en que ustedes perdonen, serán perdonados por el Padre Celestial.
El Padre nuestro no lo recen, si no se revisten de perdón; sí no perdonan.
Pues ley es y ley de gravísima justicia.
Solamente, en la medida en que se llena de misericordia, se cambia el rigor de la justicia; por la inexplicable dulzura del amor.
No busquen misericordia; si no son misericordiosos.
La misericordia que buscan, será igual a la sentencia del que puede juzgar, por ser el Justo, compasión es sí ustedes son compasivos.
Será condenación, si ustedes no perdonan.
No busquen amor; si ustedes no aman.
Pues, ya está dicho:
"Con la vara con que midan, serán medidos".

El juez de ustedes, son ustedes mismos, ante el Padre Celestial.
Abran, pues, los oídos y los ojos.
Vean, oigan y entiendan, la Palabra del que Es.
No hay, en Ella y en El, ni engaño ni malicia.
Con claridad les habla.
Con claridad enseña y aconseja.
Más aún:
La forma como El obra, les enseña y muestra.
Más aún:
Como Él quiere que hagan les indica.
Para que así obren, les repite y enseña, con larga y renovada paciencia y mansedumbre.
El no quiere que ustedes sean reprobados; por eso los insta y los incita a oír lo que El enseña y a vivirlo.
Para eso les da gracias y carismas. Para eso los llena de su Espíritu, les da el Espíritu Santo, que convierte y hace, con su amor, espíritus de amor, esto es: de perdón.

Solamente en el perdón hay paz; porque el perdón es puente de armonía y de justicia, construido por el amor, que es de Dios y que Dios es.
Sean perdón.
Perdonen.
Perdonen.
Perdonen.
Sepan perdonar.
Enseñen a perdonar.
Sean perdón ustedes.
No vayan adelante en mi camino, si no pueden perdonar.
Ejercítense en esto, con la oración, hasta obtenerlo; hasta que perdón ustedes sean.
Sin perdón, sin capacidad de perdón, negados están a la misericordia y lejos, por lo mismo de Mí gracia.

Amen.
Amen.
Amen.

Solo el amor los hace unos con el amor.

El amor los identifica conmigo y con ustedes, en sí, como el Padre y Yo y el Espíritu Santo nos identificamos en nosotros y entre nosotros.
Por eso maestros y modelos somos del amor y amor somos.

María, la Inmaculada Concepción, quien copia de Nosotros es y copia fiel, es esto: Amor.

Por eso es, a la vez, perdón.
Ella no castiga, ama.
Ella no maldice.
Bendice a quienes la ofenden y me ofenden.
Ella, por eso, como criatura que es, puede, con justicia, rezar el Padre Nuestro, porque vive con amor y con merecida justicia obtiene el perdón que pide, para ustedes; porque Ella, es perdón, María sabe perdonar.
Vive y respira y da perdón.
Por eso, en esto, como en todo, es Madre, Maestra, Modelo y Mandamiento de amor, para ustedes, para la Iglesia y para el mundo.

Amen.
Amen.
Amen.
Amen y perdonen.
Si aman perdonan.
Si perdonan y aman, serán perdonados y serán amados.

Tanto más serán amados y perdonados, cuando ustedes más amen y perdonen.
Sean, siendo esclavos de la Esclava de Dios, maestros, modelos, padres y mandamientos de perdón.

Esta Lección, es pues.
PERDON

Así llámenla, en la Cartilla que elaboren.

Por hoy basta.
Bendiciones.
Bendiciones.
Bendiciones.

Raya

5:55 a. m.

 

Raya

Ah! hijo: reflexiona en la lección que vives, para Mi enseñanza.
Observa cómo no se debe obrar.
La rebeldía obstinada en el pretendido sentido de justicia y, por ende, en la obstinada incapacidad de perdonar, no es buena. Frutos buenos no da.
Eso es odio y el odio que, muerte es, por ser del muerto, no da vida.
El rigor ciego es desamor.
Adicionen esto, a la Lección que antecede.
"El rigor ciego es desamor. Ustedes sean amor. Y el amor es flexible como el junco; por eso permanece y alegra después de la tormenta".
Sean juncos de justicia invadidos de amor.
Sean amor y serán justos.
Solo el que es justo perdona; porque el verdadero justo, ama.
Dios, el justo, el Unico y Verdadero justo, perdona, es Perdón porque es amor.

 

 

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